La ultraderecha se esfuerza cada día más para sorprender al conjunto de la ciudadanía. En esta ocasión, este martes lleva al Parlament de les Illes Balears una PL para derogar la Ley 2/2018 de Memoria y Reconocimiento Democráticos de Baleares, aprobada por unanimidad de la Cámara la pasada legislatura. Los argumentos, como eran de esperar, son la Constitución de 1978 y el carácter “totalitario” de la legislación. “Consejos vendo y para mí no tengo”.
Vox es ese partido que se autoproclama constitucionalista, pero que actúa en contra de las autonomías y de la mayor parte de los derechos y libertades recogidos en la Carta Magna. Vox también es ese partido que tacha a los partidos de izquierdas de querer trucar la “reconciliación nacional” y romper el consenso, pero que quieren impedir que la gente pueda encontrar a sus familiares desaparecidos durante la Guerra Civil y la dictadura y enterrarlos dignamente. ¿Qué reconciliación buscan y/o defienden? ¿La de toda la élite oligárquica franquista? ¡Ojo! Hablan de ruptura de consenso los que apoyan a los que rompieron un sistema democrático legítimo como lo era la Segunda República. La aprobación de la Ley de Memoria Democrática de Baleares fue fruto de un amplio consenso de los partidos con representación parlamentaria, en el que se hicieron cesiones a todos lados del espectro político. “Es muy peligroso que un país no deje la historia a los historiadores” dijo el diputado y portavoz de Vox en el Parlament. La ignorancia personificada intentando dar lecciones de historia.
Es una vergüenza que en pleno siglo XXI se intente abolir una ley muy necesaria para el avance de la sociedad, pero es comprensible que desde el siglo XV esto no se entienda. Didactismo, muy importante ante estas posiciones reaccionarias. La Ley 2/2018 es constitucional, consensuada y busca la reconciliación y, por tanto, debe seguir contando con el apoyo unánime de la Cámara autonómica.
Iván Torres Costa – Secretari de drets humans i memòria democràtica
