El principal objetivo de los socialistas es la igualdad de derechos y oportunidades entre los ciudadanos que componemos nuestra sociedad. Cumplir ese objetivo fue el eje director de la pasada conferencia política que el PSOE celebró para renovar nuestro proyecto y fijar las ideas que nos guiarán los próximos años. Hasta el momento, nuestro país ha hecho grandes avances en materia de igualdad, entendida como igualdad de género, de oportunidades en el acceso a la educación, de derechos, de obligaciones y en el acceso a la sanidad gracias a gobiernos socialistas.

Sin embargo, con la crisis se ha hecho manifiesta la desigualdad que se produce a la hora de que los ciudadanos con menos recursos puedan crear sus propios proyectos de futuro, autoemplearse de forma justa y con el respaldo de la sociedad. Y así, en la conferencia política, el PSOE empezó a hablar de igualdad de oportunidades a la hora de emprender, de crear proyectos empresariales y seguir su propio camino. Y esta desigualdad resulta más peligrosa, cuando su causa reside en que la financiación está restringida a una pequeño grupo de la sociedad que es cercano o perteneciente a quién controla los recursos económicos. Mientras, las clases trabajadoras ven truncadas sus posibilidades de acceso al crédito, negado por la banca que fue rescatada precisamente para que ese crédito fluyera.

En este contexto, empieza a destacar una nueva forma de financiación posible gracias a las nuevas tecnologías y a internet, el crowdfunding o micromecenazgo. Si hasta ahora los proyectos se habían financiado por pocos inversores que aportan grandes cantidades, el crowdfunding da la vuelta a la tortilla y permite que muchos inversores anónimos con pequeñas cantidades hagan posible las ideas que les resultan atractivas. El creador, a cambio de la inversión recibida, se compromete a dar al inversor una serie de servicios o productos en función de la cantidad que recibe.

Pero el principio del crowdfunding no es nuevo, ya hace años que organizaciones con una vocación social y partido socialista, financian publicaciones y exposiciones únicamente con pequeñas aportaciones desinteresadas de sus socios. Lo que sí que resulta novedoso es la tecnología que hace posible que los proyectos sean financiados por personas de manera anónima, que deciden ayudar al creador solo por el interés que les produce su proyecto o lo que reciban como agradecimiento. Es decir, espacios en la web donde los creadores lanzan sus ideas y los ciudadanos pueden financiarlos, si así lo desean.

Más allá de los intereses, resulta interesante que exista una vía alternativa, en la que muchas personas poniendo su granito de arena, pasando a ser microinversores, permitan sacar adelante grandes proyectos. Esto supone una democratización de la financiación. Un espacio donde las buenas ideas pueden ser financiadas sin depender de un banco, dando cuenta sólo a las personas que te han apoyado. Una forma de financiación donde el único interés es el que genera la idea, donde no hay amiguismo posible y donde sólo quedan los proyectos que en un futuro podrían estar generando riqueza y empleo para toda la sociedad

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